Hoy es necesario hacer hincapié en cosas que son relevantes, importantes y que no pueden pasarse por alto. Quiero hablar de la unión entre los videntes, ya que la iglesia católica apostólica y romana no hace nada para encarrilar a las almas hacia el paraíso prometido, debemos ser los videntes verdaderos los que hagamos  este cometido de una forma unánime y comprometida. En primer lugar debemos estar unidos y aplicar lo aprendido y lo vivido en el ámbito social y espiritual.

     Seguimos formando parte de Dios cuando se acaban nuestras manifestaciones, nuestros éxtasis y nuestra espiritualidad, por lo tanto debemos ser uno solo y la unión  debe predominar por encima de todo y de todos.

     Aquellos que presumen de tener grandes dones, de ver grandes cosas y ser poderosos  y únicos; no pueden derramar ninguna confianza y no pueden sembrar esperanza y cordialidad en aquellos que están buscando al creador y a su Madre santísima. Todos somos iguales y no debemos presumir de nuestros, porque se nos han sido dados para momentos puntuales en los que debamos demostrar la grandeza de Dios y lo que le ofrece a nuestro mundo. Voy a ser claro y conciso porque así me lo pide Dios, el que presume de sus dones, de lo que ve, de lo que oye y de lo que puede hacer; no viene de Dios, es del enemigo suplantando la grandeza eterna a la mira confianza de necesidad y fe que tienen muchas almas.

     Cuando las personas acuden a un lugar de aparición, no lo hacen por nosotros lo hacen porque quieren encontrar a Nuestra Santísima Madre a Jesús a Dios y al Cielo entero. Ellos no nos buscan a nosotros, no nos debemos aprovechar de su fidelidad, de su fe, de su desesperación porque en ocasiones busca la tranquilidad que no encuentran el mundo y nosotros en forma de instrumento será podemos dar, otorgar.

     El mundo está lleno de videntes falsos , a muchos se nos ha dado la orden de desenmascarar a estos personajes que están haciendo daño a Dios y a el caminar de las personas fieles hacia un mundo espiritual donde nos esperan nuestros Padres Celestiales. Podréis pensar que nosotros podemos ser falsos y que solamente queremos ser los únicos; lo que Dios nos pide es que seamos justos e impartamos la justicia que en nos otorga. Con esta decisión de lucha debemos limpiar poco a poco los campos infectados que corrompen las almas sin miramiento y que creedme que son muchos los que habitan la tierra y pocos los que hemos sido señalados para realizar esta misión.

     El enemigo (Satanás) se está apoderando de las almas porque no hay nadie que haga algo por la justicia donde se necesita. Son muchas las personas que están siendo derrotadas y confundidas porque no tienen a nadie que les hagan ver la verdad. Se hace difícil, pero debe ser así; con esto vamos a crear muchos enemigos pero lo más importante es que Dios va a estar contento porque lo que nos pide se va a realizar cueste lo que cueste y caiga quien caiga.

     Por eso es necesaria la unión de los videntes verdaderos, la iglesia está corrupta completamente y debemos abrir claridad donde existe la tiniebla; es necesario hacerlo llegar con conocimiento de causa y sin esperar nada a cambio (como siempre). En muchas apariciones verdaderas se pide la unión de los videntes, porque somos la fuerza que opera y que transmite felicidad y virtud aquellos que lo buscan; por eso es necesaria nuestra unión para vencer las dificultades y las adversidades que últimamente se están haciendo más visibles y más evidentes. Y sin la iglesia cristiana no está transmitiendo la felicidad y aportando fieles fuertes a Dios debemos ser nosotros humildemente y con mucho trabajo los que hagamos este cometido.

     No os dejeis engañar por videntes falsos, nuestro Dios es justo y misericordioso; en su misericordia se esconde su justicia, es un juez severo y a su vez lleno de amor. Si no lo hubiéramos así, si no se nos hubiese enseñado así no lo respetaríamos y no hablaríamos de un Padre sino de un amigo y Él es amigo, el mejor amigo pero un Padre lleno de amor de justicia y de misericordia. Si el mundo sigue así, el castigo de Dios es eminente y aunque no queramos verlo así es una realidad que está muy cercana y muy lejana (si ponemos de nuestra parte).

     Los videntes somos una fuente de inspiración para muchos y para otros  somos un objeto al que perseguir hasta límites inimaginables. Todos estamos catalogados en la misma especie, porque según se portaron y engañaron otros así lo hacemos todos (según los incrédulos). Somos humanos como todos y no hay ninguno diferente; lo único que nos diferencia en sí es nuestras ansias de lucha o de cumplimiento con la misión que se nos encomienda, para algunos de una manera y para otros de otra.

     En este punto quiero recalcar a aquellos que se llaman a sí mismos curanderos; Dios busca la salvación de las almas y el cuerpo es secundario. Hemos venido a este mundo a sufrir como lo han hecho todos desde el pecado en el paraíso. El alivio de nuestras cargas físicas solo nos hace ver que no estamos conformes con la Cruz que el Señor nos envía. SI Jesús sufrió hasta la muerte siendo el Hijo de Dios ¿Qué esperamos nosotros, que no somos nada?, serían tan fácil vivir sin dolores y sin preocupaciones; pero esa es la realidad que nos toca vivir y que a otros antes que a nosotros les ha tocado vivir de la misma forma. Incluso en muchas Apariciones Nuestra Santísima Madre hace grandes curaciones para consolidar su presencia en el lugar. En las apariciones falsas también hay milagros, que solo son la fe grande del interesado y que luego vuelve a recaer en su dolencia. ¿Hay personas que tienen el poder de curar?, claro que las hay y harán ese  milagro solo con una mirada, con un gesto. Muchas personas en su sufrimiento pregunta: ¿Señor porque me mandas a mí estos? Y buscan donde sea y como sea el alivio de sus dolores; sin saber en ocasiones que el simple gesto de aceptar y ofrecer a Dios su dolencia les puede aliviar para siempre, ¡pero para eso hay que tener mucha fe!  .

     Y en ese momento de desesperación es donde entran esos curanderos y falsos videntes  a aprovecharse de cosas que solo Dios puede curar y que ellos son capaces de hacerlo mejor que el mismo Dios y con una solución única y acertada. El mundo está lleno de personas astutas inducidas por Satanás que se aprovecharán económicamente y moral mente de la buena fe de las personas. Por eso hay que hacer todo lo posible por limpiar los lugares corruptos donde las apariciones son falsas y eso solo se puede hacer con coraje, decisión y porque Dios así nos lo ha mandado.

     ¿Quién será el que haga juicio de esos lugares y de esas personas?, Dios a los que nos ha encomendado esta misión nos hará ver y decir la forma de hacer las cosas, que solo serán como Él quiere que sean.

     Vuelvo a recalcar el papel tan importante de la unión de los videntes; todos los que son verdaderos se unirán como ya está dicho y dejarán atrás sus ganas de fama, de potestad y de protagonismo que en algunos reina y  que a muchos les envuelve. Tened presente que os he dicho que todos somos humanos y a veces se peca de humano.

     CON DIOS, NO SE JUEGA. Y a los que nos ha tocado esta Misión, bajo ningún concepto lo vamos a permitir.

     Si la Iglesia no imparte autoridad, respeto, fidelidad y adoración acentuada. Debemos hacer algo por las almas que necesitan de Dios. Las personas se apartan de la Iglesia y de los sacerdotes porque no ven a Dios en ellos y dejan de tener confianza en el Señor. Vamos a darle al pueblo lo que necesita; que es a Dios y vamos a hacerles ver lo cerca que está de nosotros

     A todos los videntes, se nos ha comunicado o bien en privado o bien en público la necesidad de la unión entre nosotros; bien por orgullo o por vanidad no hemos hecho caso de lo que se nos ha dicho y hemos actuado en desobediencia.

     Este escrito esta hecho a petición de Nuestros Padres Celestiales; ya me han avisado de la poca aceptación que tendrá; pero me han dicho: “Con un fiel, que abra los ojos ante tanto engaño, Nosotros estaremos conformes”.

José Luís Manzano García. (Gran Guerrero del Tajo)